Pocas películas tienen una presencia duradera en su propia década, y se reduce el número si pensamos en aquellas obras cinematográficas que logran perdurar 70 años después de su realización. Casablanca (1942), dirigida por Michael Curtiz, es la película estadounidense por excelencia: una historia de amor inolvidable llena de vulnerabilidades, donde el romance se pone a prueba en un contexto ajetreado y tumultuoso para los protagonistas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo (Paul Henreid), cuya única esperanza es Rick Blaine (Humphrey Bogart), propietario del 'Rick’s Café' y antiguo amante de su mujer, Ilsa Lund (Ingrid Bergman). Cuando Ilsa se ofrece a quedarse a cambio de un visado para sacar a Laszlo del país, Rick deberá elegir entre su propia felicidad o el idealismo que rigió su vida en el pasado.
En tiempos de guerra, los estudios de cine mostraron una fuerte tendencia hacia el patriotismo; Warner Bros. siendo, quizá, el más leal de todos. Los estudios simulaban el ritmo de producción de las fábricas que manufacturan automóviles: enormes líneas de producción, pero pocos o casi ningún clásico aparecía a la vista, hasta que un agente de Warner consiguió los derechos de una obra de teatro llamada Everybody Comes to Rick’s, escrita por Murray Burnett y Joan Alison en 1940, antes de que EE. UU. entrara al conflicto bélico. El texto, que era antinazi, pero nacionalista francés, se convirtió en el clásico americano de gran éxito calificada, hasta el día de hoy, como una de las mejores películas en la historia del cine.
En 2012, Gary Leva dirigió Casablanca: An Unlikely Classic, un extraordinario documental que explora los retos y las tribulaciones que se vivieron durante el rodaje de Casablanca. Ya sea una disputa entre Michael Curtiz y Humphrey Bogart, o los tormentos que vivieron los guionistas al momento de decidir cuál sería el desenlace adecuado. El filme retrata la manera en que un proyecto condenado al desastre, durante su realización, superó todos los obstáculos para convertirse en uno de los grandes clásicos de la historia del cine.
El documental incluye comentarios de los directores Steven Spielberg, William Friedkin, y otros productores de la industria de Hollywood; todos ellos confirman la influencia que la película ha tenido en términos de guión, edición, iluminación, diseño de producción, fotografía y vestuario en el cine estadounidense de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Playlist