Charlie Kaufman reflexiona sobre la animación stop motion
Charla con Duke Johnson y Charlie Kaufman, directores de 'Anomalisa'
"No sé de qué más se puede escribir que no sea sobre ser humano o, más específicamente, al ser este ser humano."
Charlie Kaufman es un director de cine al que le gusta hacer grandes preguntas. Sus guiones, así como los filmes que ha dirigido, casi siempre están envueltos con algún grado de profunda investigación moral. A veces es escapismo, como en Being John Malkovich (1999), donde un titiritero que lleva una vida monótona anhela escapar en la mente del actor principal.
Otras veces, es el estancamiento creativo, como en Adaptation (2002) o el amor perdido y los recuerdos empañados, como en Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004). El año pasado, Kaufman, y el codirector Duke Johnson, encantaron a las audiencias con Anomalisa, una seductora rareza en stop-motion sobre un hombre infeliz que da discursos sobre los beneficios del servicio al cliente, y la mujer que lo ayuda a salir de su depresión.
Las películas de Kaufman son a menudo discutidas en términos intelectuales, como si fueran un poco más que elaborados y desoladamente divertidos juegos mentales. Aunque sus filmes doblan y estiran los parámetros tradicionales de la narrativa como hemos llegado a definirla, de lo que no se habla lo suficiente es de lo emotivo que Kaufman puede ser.
En un nuevo supercut, Fandor ha empalmado algunos de los mejores momentos de la obra de Kaufman, mostrando una especie de retrospectiva abreviada de las películas del cineasta. Los temas que se ejecutan a través de toda la obra de Kaufman están ahí: el ensimismamiento, la alienación, la depresión, la búsqueda de la belleza y en lo mundano, sólo para nombrar unos pocos.
Abajo puedes ver el video.
CRM (@carociwa)
Fuente: The Playlist