Una vez, un estudiante de cine se acercó al director David Lynch y le preguntó:
[Usted] ha descrito [su] película Eraserhead de esta manera: “Un sueño de cosas oscuras y preocupantes”. ¿Le gustaría explicar un poco sobre eso?
Sin vacilación, Lynch respondió simple y severamente: “No”. Como cineasta, Lynch rara vez, si acaso, responde preguntas sobre el significado o las intenciones de su trabajo. Su filmografía está envuelta en un tipo de encanto y misterio que solo él puede producir. Pero hay una razón adicional por la cual Lynch no se muestra tan interesado en explicar su trabajo.
En David Lynch: The Treachery of Language, un videoensayo elaborado por What's So Great About That?, se analiza la relación de Lynch con el lenguaje. Las palabras, como parte de la carrera de Lynch, son fundamentales para su trabajo. Incluso se puede ver que los sentimientos del director sobre el lenguaje se manifiestan con sus personajes en Twin Peaks. El director adjunto del FBI, Gordon Cole, pierde la audición y, por lo tanto, no puede percibir el lenguaje hablado con tanta claridad. Las reservas que Lynch tiene con el lenguaje y las palabras son cómo concretan lo inefable. Una vez que se nombra o se etiqueta algo, ya no es subjetivo o está abierto a la interpretación. El significado se ha cristalizado, y eso es esencialmente lo contrario de lo que Lynch quiere con su arte.
Trad. EnFilme
Fuente: The Playlist