Cuando se discute a David Lynch, por lo general se examina la extravagancia de sus personajes y la siniestra complejidad de sus historias. El uso que Lynch le da al color, por alguna razón es subestimado. Este video publicado por Fandor examina el manejo de la paleta de colores en la legendaria serie de los años noventa.
Desde coníferas movidas por el viento en medio de la bruma, en tonos cian muy tenues, hasta la intensidad del café negro rodeado del rojo y sus diferentes ecos, el universo de Twin Peaks está definido por su paleta de color. ¿Quién podría olvidar los letreros relampagueantes de la carretera, los destellos neón del Bang Bang Bar, o los inquietantes colores pastel en el ambiente suburbano de los Palmer?
De acuerdo con el video, los colores trabajan para crear un sentimiento de cotidianidad. Las paletas de color son tan sencillas que cuando Lynch elige una con tonos más vibrantes para alguna escena importante, la disparidad se nota y es fascinante. Es curioso, pues el director, después de haber producido obras maestras como Eraserhead (1977) y El hombre elefante (1980) en blanco y negro, había declarado: “Yo no sabría qué hacer con el color. Para mi el color es demasiado. El color para mi es demasiado real, es una limitante”.
[Trad. Viera Khovliáguina]
Fuente: NoFilmSchool, Fandor