En La muerte de Sigfrido, la primera parte de la épica Los Nibelungos (1924), dirigida por Fritz Lang, Sigfrido mata a un dragón y se baña en su sangre volviéndose invencible (salvo su pequeño punto débil en la espalda que fue cubierto por una hoja). A partir de ese momento se inauguró una larga tradición de la representación del dragón en el cine.
El dragón es una criatura que alude al mundo de los reptiles y enormes lagartos, pero también se asocia a los dinosaurios, e incluso a dioses míticos. Al enfrentar a los dragones, el hombre se confronta a la muerte, a la naturaleza y a un poder sobrehumano. A diferencia de otras figuras fantásticas (hoy en día abundan los vampiros y los zombies), los dragones no son seres humanos transmutados en algo más, sino criaturas que están más allá de nosotros. A menudo, al ser parte de un mundo medieval, se representan como seres codiciosos; es por ello que el triunfo del hombre simboliza una reapropiación heroica de los recursos y los bienes, y una señal de la capacidad humana para triunfar sobre la naturaleza –el dragón debe morir para que la civilización humana continúe su progreso–. En otros momentos, los dragones son los guardianes y su presencia significa el orden del mundo. Pero también son monstruos vengativos, cuya principal herramienta, el fuego, es utilizada para frenar el desarrollo humano.
En el cine, el dragón es un artificio; tiene que ser creado a partir de efectos visuales. Tiene que ser una máquina, una animación, generada a partir de un ordenador, más que una persona en un traje de reptil. El dragón de Fritz Lang era una marioneta gigante que requería una docena de operadores que giraba los mecanismos internos para que la criatura adquiriera movimiento. Los dragones stop motion de los filmes de mediados del siglo veinte evidencian movimientos torpes, antinaturales e inverosímiles. Las nuevas tecnologías han permitido que en los últimos 20 años se diseñe y perfeccione el movimiento fluido y continuo de estos seres.
A continuación Dragons in Movies, un video realizado por Leigh Singer para Press Play, donde recupera la presencia de los dragones a lo largo de la historia del cine:
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Leigh Singer (Vimeo)