El cine es una imagen; la historia es un corte. Aunque las propuestas del cine experimental y el cine abstracto rompen con estas normas, la mayor parte de la historia del cine narrativo se podría reducir a la edición. Muchos dicen que la reescritura final de una película se hace en la sala de edición, donde un director y un editor verdaderamente elaboran la historia en su forma más concisa e impactante. Cortar es tomar el montón de arcilla masiva compuesta de imágenes fragmentadas y moldearlas cuidadosamente en una experiencia singular y única. Un corte cuidadosamente programado puede, por ejemplo, sugerir la similitud entre una nave espacial y un hueso. Un plano es el gatillo que se tira, el siguiente es el impacto de la bala.
Editing In Storytelling es un nuevo videoensayo elaborado por Lewis Bond para Channel Criswell que explora la importante tarea de la edición y el montaje en el cine enfatizando por qué su aspecto multifacético resulta esencia en la realización cinematográfica. Se puede utilizar para establecer la geografía, definir el carácter del personaje, crear la atmósfera, inculcar simbolismos y extrapolar los temas. Como dice el ensayista, “un corte es sobre el control”. Ese es el poder que tiene el editor: no es sólo el impulso de una historia que se está decidiendo -aunque la edición es esencial para hacer una película meditabunda, propulsiva o incluso aburrida-, sino el flujo de la información. El editor elige lo que vemos y no vemos, y lo más importante, cuando los vemos o no. Y eso es sólo el comienzo.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Film Stage