Scarface (1983) se ha convertido en un filme legendario en la cultura popular por sus diálogos y frases memorables, mientras que sirve de inspiración para numerosos raperos, por ejemplo, donde el ascenso de Tony Montana de la escasez a la riqueza es un plan para sus carreras. Scarface, como resultado, ha sido observada como una glorificación del estilo de vida criminal, donde los actos de asesinato, consumo de drogas y el deseo materialista otorgan glamur y prestigio. Sin embargo, la idea de que el filme de Brian De Palma glorifica un estilo de vida criminal puede verse como una percepción errónea; Tony Montana cayó tan rápido como se levantó en su intento de dominar el hampa de Miami con horribles consecuencias. Scarface es un cuento de moralidad, en lugar del ascenso y caída de un inmigrante ambicioso que quiere su parte del sueño americano; el filme está más estrechamente relacionado con su predecesor del mismo nombre de 1932, dirigido por Howard Hawks, que criticó a los gánsteres estadounidenses que dominaban los medios de comunicación de la nación y pidió que el sistema legal estadounidense respondiera con justicia. Según Jack's Movie Reviews en su videoensayo Scarface: The Rise and Fall of Tony Montana, la película protagonizada por Al Pacino debe interpretarse en relación con temas de inmoralidad, repercusiones horribles de un estilo de vida criminal y los deseos excesivos y materialistas.
Trad. EnFilme
Fuente: Jack’s Movie Reviews