Como espectadores, gravitamos entre fenómenos extraños e inexplicables que tienen lugar en el cine. Los sueños son un ejemplo muy popular, porque el cineasta puede explorar temas desconcertantes e irracionales, mismos que desafían la comprensión.
Fue en el cine que los surrealistas encontraron un nuevo hogar para sus ideas vanguardistas. Sin embargo, una vez que el surrealismo dejo de ser un “movimiento artístico” como tal, se convirtió en una serie de técnicas que los cineastas, aquellos que no se describirían como surrealistas, podían utilizar para comunicar sentimientos y sensaciones difíciles de relatar de un modo ordinario.
En este videoensayo se explora el espíritu artístico del surrealismo en relación con el uso de las drogas en el cine. Es un análisis de la forma de representación, mediante la cual se pueden examinar los estados mentales y emocionales de los personajes. Como diría Stanley Kubrick: “Si se puede escribir o pensar, se puede filmar”. Celebramos a los realizadores que utilizan el lenguaje del cine para transmitir la vida interior de un personaje, incluso si sólo se trata de hacer reír. Sin embargo, en este videoensayo no sólo se muestran a los personajes en estados inducidos por las drogas, sino a las películas mismas. El cine comunica ideas sin palabras, y cuando el público puede sentir las intenciones del cineasta, produce un efecto que raramente se iguala en la vida.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor