Entre sus piezas de acción de gran presupuesto, las películas más conocidas de Paul Verhoeven -Robocop (1987), Total Recall (1990), y Starship Troopers (1997)- vislumbran las culturas de varios futuros no tan lejanos. Al presentarnos fragmentos de medios de comunicación diegéticos, Verhoeven desarrolla estos mundos, haciéndolos más familiares y más reales. Los programas de televisión integrados, las noticias y los anuncios nos presentan problemas como el sexismo, el corporativismo y el complejo industrial penitenciario en Robocop; la lucha de clases y la política del terrorismo en Total Recall; y la violencia patrocinada por el estado y el espectro del fascismo en Starship Troopers.
Los medios de las distopías de Verhoeven desempeñan un papel en la creación y el mantenimiento de estos mundos mediante la producción de estructuras ideológicas. Al observar estas noticias manufacturadas, que a la vez nos parecen familiares y extrañas, reflexionamos sobre los medios de comunicación en nuestras propias vidas, y su papel en hacer que las desigualdades parezcan normales y deseables.
Al utilizar los éxitos de taquilla de Hollywood para satirizar el papel de los medios masivos manipulando el consentimiento público para el statu quo, los mensajes radicales de Verhoeven terminan llegando al público de las películas de acción. Ahora que nos enfrentamos a la implementación de drones policiales, la explotación ambiental corporativa y los políticos que cada vez más aprovechan el miedo a los extranjeros para asegurar su propio poder, estas películas parecen no solo astutas sino también proféticas.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor