Si David Fincher es conocido por una cosa, es probable que sea su mundo oscuro y lleno de enigmas, lleno de personajes moralmente comprometidos y diseños visuales viscerales. Si es conocido por otro, es su meticulosa atención a los detalles y su perfeccionismo en los mismos. Fincher, según se informa, filmó más de cincuenta tomas por escena para Gone Girl de 2014. Si bien su obsesión no puede ser tan manifiesta como otros directores (por ejemplo, Wes Anderson), Fincher controla hasta los detalles más minuciosos de sus películas. Los resultados son claros. Su voz es una de las más individuales (e imitadas) de hoy en día en la industria estadounidense.
Para ver más de cerca su oficio, De Filmkrant ha creado un videoensayo titulado What’s In The Box? David Fincher’s Fridges para poner atención en cómo los refrigeradores aparecen y a menudo son fundamentales para algún elemento de la trama en muchas de las películas de Fincher. Es una mirada apasionante en la fascinación de un autor con un elemento del hogar aparentemente irrelevante y cotidiano, y cómo se las arregla para convertir escenas con frigoríficos en momentos de construcción de personajes, giros narrativos y miradas inquietantes en las privaciones idiosincrásicas de otros.
Trad. EnFilme
Fuente: The Playlist