El close-up es una técnica cinematográfica normalmente utilizada para expresar emociones mesuradas a través del rostro, o bien para agitar a un público que, sin emociones, se sentiría más bien hastiado. Recientemente se ha estado utilizando para mostrar detalles de acciones o procedimientos que de lo contrario pasarían desapercibidos, destacando los movimientos de las máquinas o de las manos trabajando, por ejemplo. Pero su uso en cuanto al efecto generado en los espectadores, cuando se manifiesta la mente de los personajes a partir de dicha técnica, es primordial.
Como se examina en el videonsayo de One Hundred Years of Cinema, el acercamiento a la imagen de los protagonistas genera una relación más íntima entre la situación vivida por el personaje y la nuestra. “The Passion of Joan of Arc (Dir. Carl Theodor Dreyer, 1928) es una obra maestra del cine, donde se relatan los últimos días de Juana de Arco”, se dice en el videoensayo. Si nos concentramos en la actuación de Maria Falconetti (Le Clown, 1917), se revelará algo más profundo acerca de la condición humana.
Recordarnos que los humanos son humanos, aún si son personajes, es algo que se hace físicamente, incluso si el resultado final es una emoción. La cercanía a un rostro significa acercarnos al entendimiento, aún si la emoción transmitida rebasa los límites de nuestra experiencia.
Trad. EnFilme
Fuente: Film School Rejects