David Fincher es conocido por su fuerza en la narración visual. Ya sea Se7en, Zodiac o The Social Network, sus imágenes oscuras y frenéticas marcan el tono de toda la película. Quizás no haya un mejor ejemplo de esta fuerza que el clásico de culto de Fincher en 1999, Fight Club.

Sin embargo, hay un aspecto clave de la producción que puede haber perdido dentro del remolino psicótico de la dirección de Fincher. Pero eso puede ser porque nunca se suponía que lo notaras en primer lugar. Tal como lo puso Film Radar en su último ensayo en video, "los efectos visuales están diseñados para sobresalir, pero el sonido es diferente. Por diseño, no se debe notar el sonido, porque un buen diseño de sonido debe combinarse perfectamente con los efectos visuales. que el público no se dé cuenta ". Un buen sonido es lo que hace que Fight Club sea una película de acción tan brutal y única, y después de ver el ensayo, tenemos que estar de acuerdo.

El diseño de sonido puede realmente hacer o deshacer una película. Si no tiene un buen sonido en su producción, entonces no será tomado en serio. (Todos lo hemos visto suceder, no es bonito.) Sin embargo, ir más allá de la captura de sonido básica es lo que hace que Fight Club sea tan efectivo.

Los diseñadores Ren Klyce y Richard Hymns usaron su dominio del arte a su máximo potencial, agregando una profundidad adicional de realismo a la película que aumentó el poder de esas escenas de lucha en una audiencia ya cautiva. En palabras de Klyce, "similar a lo que haría un director de fotografía en términos de fotografía e imágenes, el trabajo del diseñador de sonido es crear el mismo entorno que ves con tus ojos, pero con tus oídos".

Como lo ilustra el video, las escenas de lucha en Fight Club son un ejemplo perfecto de cómo el sonido puede soportar el realismo en una película. Las escenas de lucha de la mayoría de las películas de acción involucran esos sonidos de ponche, pero Fight Club es algo completamente diferente. Entonces, ¿cómo lograron esos golpes ultra-reales?

"Comenzamos sacando los golpes de las bibliotecas de efectos de sonido de CD que se han utilizado en cada película, pero simplemente no se sentía real", recuerda Klyce. "Para los golpes foley tradicionales, tomas una farsa, la envuelves alrededor de apio para obtener una fisura ósea y la colocas en un pozo. Así que empezamos con esos sonidos. Pero las imágenes que venían eran muy sangrientas, entonces pensamos , 'Bueno, tomemos los cadáveres de los pollos y golpémoslos'. Pero no funcionó del todo. Entonces pensamos: 'De acuerdo, pongamos nueces dentro de las gallinas, apliquen ese micrófono y las trituremos'. Colocamos estos ponches de carne y las nueces con los ponches tradicionales, y luego los compensamos y ecualizamos un poco el brillo. Nos metimos en una especie de extraño territorio de sonido".

Los artistas de Foley y los diseñadores de sonido son realmente los héroes olvidados de la industria, principalmente porque no se supone que debas notar su trabajo en primer lugar.

Trad. EnFilme 

Fuente: No Film School