Las películas de Martin Scorsese tienen una musculatura visual, y su uso de la steadicam es incomparable en su virtuosismo. El steadicam de Scorsese se arremolina y se desvía a través del tiempo y el espacio, imitando al ojo humano, además de funcionar como una presencia omnisciente. Este video ensayo realizado por Philip Brubaker para Fandor, evalúa las tomas a través de su filmografía que nos emocionan con su gracia armoniosa.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor