No es ningún secreto que las películas de Denis Villeneuve son visualmente impactantes. Si bien sus películas están repletas de imágenes memorables, algo que siempre destaca es el uso que hace el autor de un enfoque superficial. El enfoque superficial se logra cuando la apertura de una lente es más amplia, creando una profundidad superficial fuera del campo que permite que muy poca distancia permanezca enfocada. Por lo tanto, un sujeto es muy claro mientras que el resto de la toma es muy borrosa. Esta estética no es exclusiva de Villeneuve y casi todas las películas presentarán al menos algunas tomas con una profundidad de campo baja. Sin embargo, la forma en que Villeneuve utiliza el enfoque superficial es bastante única. En general, tener una profundidad de campo baja le permite al cineasta dirigir nuestra atención; sabemos lo que se supone que estamos viendo porque solo una pequeña sección está enfocada. Pero Villeneuve a menudo se enfoca en algo significativo (o incluso insignificante) en primer plano, mientras que algo de igual importancia se desarrolla en el fondo borroso. A veces esto simplemente crea una imagen genial. Otras veces, crea una desconexión incómoda: no estamos seguros de dónde debemos colocar nuestros ojos. Esta incertidumbre es un elemento crucial para crear el tono inquieto y frío de Villeneuve, y es explorado en este notable montaje titulado Denis Villeneuve: Shallow Focus, elaborado por Jacob T. Swinney.
Trad. EnFilme
Fuente: Jacob T. Swinney