El clásico de Dario Argento, Suspiria (1977), es un sangriento filme que empapa al público con colores saturados y una emoción exagerada. De acuerdo con la tradición del ‘giallo’ italiano (subgénero derivado del thriller y del cine de terror), Argento hace que todo rebase los límites de la vida real. La sangre, los decorados, los sonidos, todo tiene las proporciones exageradas de un sueño.
Las pesadillas y lo extraño, a menudo, se entrelazan, lo que provoca temor tanto en los espacios familiares, aparentemente seguros, y aquellos que no lo son. Para reforzar ese desplazamiento emocional-espacial, Argento agrega una mezcla de locura cromática.
El nuevo video del ensayista Matt Draper revela algunas de las técnicas de Argento para hacer de este filme, uno de los imprescindibles del género y uno memorable e influyente, en todos los sentidos.
Trad. EnFilme
Fuente: Film School Rejects, Matt Draper