Aunque los libros fueron originalmente pensados para niños, muchos adultos también se sintieron atraídos por el mundo de Potter. Esto se debe al hecho de que la historia a menudo funciona en múltiples niveles; la escritora J.K. Rowling incluyó en sus libros una crítica al racismo, la intolerancia y la xenofobia.
En el mundo de Potter, cualquier persona que esté "contaminada" por sangre no mágica es considera menor. Incluso hay un insulto ficticio ("sangre sucia"), para mostrar el odio y el vicio que viene con este prejuicio. Curiosamente, como sabrán los fanáticos de la serie Potter, el propio Voldemort es "nacido de muggles", y su odio proviene de su propia inseguridad y odio a sí mismo. La alegoría es demasiado evidente cuando Rowling pinta el mal supremo (Voldemort) con el objetivo primordial de borrar a los que no son como él. Incluso instala a su propio lacayo en el Ministerio de Magia, que comienza a ser paralelo a un estado fascista. En junio, Rowling publicó un ensayo en su sitio web, Sobre monstruos, villanos y el referéndum de la UE, exponiendo los problemas con la política de exclusión que subrayó el voto Brexit.
A juzgar por los trailers de Fantastic Beasts, Rowling no se ha apartado de estos temas, y podemos esperarlos en las películas por venir.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor