Alejandro González Iñárritu acudió en días pasados, como otros mexicanos cineastas famosos, al Festival de Cannes, pero no solo al festejo de su 70 aniversario. También fue a presentar su más reciente trabajo, una experiencia en realidad virtual inspirada en testimonios reales sobre travesía de los migrantes mexicanos que cruzan el desierto caminando con el sueño de atravesar la frontera norte. La exposición que también incluye fotografías y los audios con las experiencias de algunos migrantes, se vive en solitario y explora no solo lo duro y desesperado de este viaje, también la conexión que hay entre los migrantes, quienes los persiguen y el resto de la humanidad. La exposición fue bien recibida en Cannes.
Como parte del trabajo de presentación, Iñárritu dio una entrevista al Festival de Cannes en la que proclamó el nacimiento de un nuevo arte, el octavo: "La realidad virtual no tiene un marco. Los límites se disuelven. El espacio es tomado.Y es algo que no solo ves, sino que experimentas de forma distinta, porque es una experiencia sensorial".
"Tuve que pensar en 360º todo el tiempo", dijo Iñárritu sobre el reto que implicó hacer "Carne y arena".
Comparando la realidad virtual con el cine, dijo: "Uno se observa, el otro se vive, se es. No es cine, es cine del ser".
"Estamos al inicio del octavo arte. Llamémosle así. Creo que puede ser extremadamente poético. Y puedes explorar la condición humana, y el consciente y el subconsciente, y las expresiones son ilimitadas. El medio es una revelación. Es el nacimiento de un nuevo arte. Claro que lo es".