El 31 de octubre de 1975, el cineasta sueco Ingmar Bergman sostuvo una conversación con estudiantes del Instituto de Cine Americano (AFI). El realizador, considerado uno de los mejores cineastas de todos los tiempos, comenzó la charla diciendo:

Estoy muy nervioso. Estoy a punto de desmayarme. Siempre me siento muy asustado cuando me encuentro con muchas personas. Pero se ven muy amables y yo haré todo lo posible. Alguien me dijo  el primer día que estuve aquí que iba venir a mi conferencia y me caí en pedazos. Le dije: ¿"Lecture" (conferencia)"? ¿Qué es eso? Alguien dijo, 'Vas a ver a los estudiantes y decirles "hola" y todo habrá terminado'. Creo que van a hacer preguntas, pero yo no sé lo que quieran de mí. Voy a tratar de ser lo más honesto posible. Es muy difícil porque no puedo hablar en mi propio idioma. A veces es absolutamente imposible encontrar las palabras adecuadas. Así que vamos a ayudarnos los unos a los otros, ¿no?

En la misma conversación, Bergman habla sobre sus intenciones artísticas con el público: "No quiero hacer una obra de arte ante la cual el público puede sentarse y succionar estéticamente...Quiero darles un golpe en la parte baja de la espalda, quemar su indiferencia, para hacerlos salir de su autocomplacencia."

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A continuación el resto de la conversación:

JAR (@franzkie_)

FUENTE: Cinearchive