Video. La cinematografía en Under the Skin
Lee aquí nuestro Altavoz sobre Jonathan Glazer
Aquí puedes leer nuestra Reseña de Under the Skin
Escucha aquí el Soundtrack de Under the Skin
La carrera de Jonathan Glazer inició y, de inmediato, cobró relevancia, como director de videoclips con auténticas pequeñas obras de arte como Street Spirit (Fade Out) de Radiohead, Virtual Insanity de Jamiroquai, The Universal de Blur (con fuerte influencia kubrickiana, por cierto) y Karmakoma de Massive Attack, solo por mencionar algunos. Paralelamente, desarrolló una carrera dirigiendo comerciales, entre ellos uno para la cerveza Guinness que algún importante crítico británico de cine consideraba como “el mejor pedazo de filme que se ha hecho en Inglaterra en los últimos tiempos”. El trabajo de Jonathan Glazer, claramente, siempre estuvo fuertemente influenciado por su gusto por el cine, oxigenado por su propia creatividad, su propio poder para crear imágenes frescas, innovadoras pero, sobre todo, imágenes capaces de conmover tanto por su belleza como por la forma en que posibilitan la reflexión, incluso en esos medios que, de entrada, pueden parecer limitantes.
Su tránsito al cine era lógico y necesario. Debutó con Sexy Beast (2000), un atractivo e inteligente filme de gángsters que trasciende el género con ideas inventivas pero que no representaba del todo el arsenal de ideas, conceptos y debrayes que claramente guarda la cabeza de Glazer. Con Birth (2004) empezó a canalizar todo ello, abrazando de manera resuelta su gusto y capacidad para dislocar la realidad para, al hacerlo, paradójicamente reflexionar con mayor profundidad sobre ella. Con Under the Skin (2013) creó, como lo hacen los grandes autores de cine, su propio mundo. Uno en el que el sonido, la música (siniestra, aguda propuesta de Mica Levi) y las imágenes conjuran un tiempo y un espacio con sus propios códigos, sus propias reglas.
Este ensayo visual se enfoca en una de las características fundamentales del tercer filme de Jonathan Glazer que es su habilidad para establecer una narrativa en su gran mayoría carente de diálogos para intentar entender a un ser proveniente de otro mundo que intenta encontrarle sentido a éste, que ni nosotros terminamos entender del todo.
“Under the Skin es un filme que habla con imágenes y sonidos, dirigido por Jonathan Glazar, protagonizado por Scarlett Johansson, cuenta una historia sencilla acerca de una entidad alienígena que, mientras conduce su misión de seducir hombres y llevarlos a un sitio que los transporta a otra dimensión, comienza a sentirse fascinada en las emociones humanas y descarrila sus intenciones iniciales. Toda vez que se trata de un filme menos interesado en las expresiones verbales y más con los simbolismos audiovisuales”, explica Skipima Movies, un ensayista visual coreano-canadiense, “mucho del tiempo en pantalla es dedicado a presentar escenas con poca significancia narrativa”. ¿Cómo es, entonces que se puede abordar como espectador un filme que, por lo que aquí descrito, parecería innaccesible? Under the Skin es un portento cinematográfico. Aquí pueden encontrar algunas claves para abordarlo.
*The Zone of Interest, el filme más reciente de Jonathan Glazer, que adapta la novela de Martin Amis, recién ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes.