El director estadounidense, Alexander Payne, confecciona películas sobre perdedores. Perdedores adorables, perdedores ambiciosos, perdedores conscientes de sí mismos. Todos ellos pierden en la vida diaria, en el amor, en el trabajo, en las amistades, en la estabilidad mental y emocional, y casi en cualquier lugar que puedan. De Election (1999) a Sideways (2004); de About Schmidt (2002) a Nebraska (2013), parece que a Payne no le interesa que el espectador se enamore de sus personajes, sino que su intención consiste en que el público se de cuenta de qué tan fracasados son.
Pero hay una ciencia en la representación de este fracaso, según Mac Nixon y su reciente videoensayo, Alexander Payne: The Science Of Failure, editado por A Thousand Words, que postula que el fallo dentro de los personajes de Payne es, en última instancia, una herramienta para el cambio positivo. A lo largo de ocho minutos, Nixon busca demostrar su hipótesis respecto a que debe existir un sentido/estado de fracaso para que la crisis existencial sea posible
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: A Thousand Words