Video. Jean-Luc Godard y Brigitte Bardot en el detrás de cámaras de ‘Le Mépris’
El desafío de componer cualquier historia decente del estilo cinematográfico es explicar y anotar con precisión sus transformaciones. Y este es un desafío especialmente agudo cuando nos encontramos en una etapa de tránsito que se superpone a diferentes períodos, como la década de 1960, cuando la mise en scène clásica se convirtió en algo que podía rechazarse al por mayor, pero también referenciado, citado, evocado y, por lo tanto, entre corchetes, problematizado e interferido alegremente. Hay muchas maneras astutas en que el cine modernista de la década de 1960 jugó con estrategias de narración y puesta en escena.
Le Mépris (El desprecio, 1963), de Jean-Luc Godard, posee una escena temprana, ambientada en el jardín de la villa del productor de películas Prokosch (Jack Palance), que resume la sensación de que la película se sienta nerviosamente ubicada en la era clásica de la mise en scène, especialmente porque había evolucionado con el color y la pantalla ancha en la década de 1950 (por ejemplo, en las películas de Vincente Minnelli); y, por otro lado, la era modernista, de la cual el mismo Godard era uno de los máximos exponentes.
En consecuencia, hay dos formas muy diferentes en que esta escena puede ser (y ha sido) evocada en análisis críticos: o bien se lee como una interacción totalmente convencional, sin fisuras; o se aprovecha de sus interrupciones supuestamente brechtianas y los efectos de la alienación de la audiencia. Esta es una bifurcación comprensible en la respuesta crítica porque, de hecho, la escena parece invitar a ambas lecturas simultáneamente.
Coming Apart: Jean-Luc Godard’s “Contempt”, videoensayo de Cristina Álvarez López y Adrian Martin, explora los gestos modernistas de Godard, equilibrados entre una plenitud de significado mítico y clásico, y las posibilidades de un universo de múltiples signos.
Trad. EnFilme
Fuente: MUBI