Cuando piensas acerca de la “Edad de Oro” del cine, ¿en qué piensas? ¿Acaso en imágenes de estrellas de Hollywood como Judy Garland y Humphrey Bogart?, ¿Te vienen a la cabeza películas clásicas como El mago de Oz, Lo que el viento se llevó o El ciudadano Kane?
El poderío y alcance de Hollywood es tan amplio que normalmente mucha gente piensa automáticamente en el sistema de estudio que representa como respuesta automática. Pero la verdad es que existen otros cines nacionales que también han tenido su época dorada. Y si bien su impacto en la conciencia cultural internacional pueda ser menor, su contribución también merece nuestra atención, nuestros ojos y ser parte de nuestras listas de “cosas por ver”.
La Época de Oro del Cine Mexicano tuvo lugar entre 1935 y 1969. Hace referencia a un período durante el cual la industria fílmica mexicana alcanzó niveles de producción, calidad y éxito en taquilla sin precedentes. Habiendo iniciado simbólicamente con Vámonos con Pancho Villa de Fernando de Fuentes, el éxito de la industria cinematográfica mexicana se vincula de forma directa con los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Mientras otros países dirigieron sus recursos (cineastas incluidos) al fenómeno de la guerra, México aprovecho la ocasión para desarrollar su propia voz cinematográfica (además de que la industria hollywoodense también dirigió recursos para que eso sucediera).
Este ensayo visual de Emilio Vázquez Reyes permite a los cinéfilos conocer o, en su caso, reconocer esas películas mexicanas que, para bien o para mal, imprimieron un sello muy particular al tipo de cine que se hacía en nuestro país, creando estrellas tipo Hollywood no solo a actores y actrices, sino también a directores y cinefotógrafos, como es el caso de Gabriel Figueroa.
Trad. EF
Fuente: Film School Rejects