La estrategia del “split screen” es una técnica muy reconocible que divide la pantalla en dos (o más) partes. De esta manera, se pueden ver diferentes puntos de vista de la cámara al mismo tiempo en la misma pantalla. La pantalla dividida personifica a la perfección la brecha entre la era analógica y la digital del cine. Tradicionalmente, la pantalla dividida se hacía con la impresora óptica, que refotografiaba diferentes tiras de película que luego se podían juntar (la impresora óptica también se usaba para fade-ins, fade-outs y otros efectos). Con la era digital, el mismo truco se puede lograr fácilmente con un software, y esta es la forma en que generalmente se hace hoy.
La pantalla dividida tiene muchos usos: puede mostrar el mismo momento desde dos ángulos, o más a menudo dos escenas que ocurren en diferentes lugares, pero simultáneamente; el ejemplo más clásico de este uso es la pantalla dividida de "llamada telefónica", donde tiene a cada persona en el teléfono en un lado de la pantalla. Durante muchos años, la pantalla dividida también fue la técnica de referencia para hacer que el mismo actor apareciera dos veces en el mismo cuadro. The Parent Trap (1961) utilizó ampliamente esta técnica, lo que hizo que la misma joven actriz hiciera el papel de gemelas. La pantalla dividida también aparece con frecuencia en series de televisión, como lo hacen la mayoría de las técnicas cinematográficas; el ejemplo más famoso es quizás la serie 24.
En 2000, Mike Figgis lanzó Timecode, un largometraje con cuatro pantallas, filmado simultáneamente, sin cortes en paralelo. Veinte años después, el director explora la magia de esta técnica experimental de realización cinematográfica en The Evolution of Split-Screen Cinema, un videoensayo elaborado por Leigh Singer y publicado en Little White Lies.
Trad. EnFilme
Fuente: Little White Lies