Explorando las nociones celestiales de la evolución y el desarrollo humanos, Sunshine (2007), de Danny Boyle, muestra las hermosas y peligrosas posibilidades de los viajes espaciales en el año 2057.
La película presenta los viajes espaciales como un método de supervivencia cuando ocho astronautas se embarcan en una misión para volver a encender el sol. Como destino de la nave Icarus II, el sol representa más que una simple fuente de vida: es un símbolo de esperanza; una luz brillante en la oscuridad. Sin embargo, tal como lo cuenta el mito griego de Ícaro, aprendemos que la nave original de Ícaro dejó de volar. La nave Icarus II sufre un destino similar. A medida que la nave comienza a romperse lentamente, también lo hace la comunidad a bordo. Se producen momentos de puro pánico y caos mientras la tripulación lucha para reponer su suministro de oxígeno y corre contra el reloj para asegurarse de que la esclusa de aire de la nave esté asegurada. Desde la perspectiva de la humanidad, los viajes espaciales son fundamentales para la supervivencia de la Tierra, la única opción disponible para resolver el problema de la extinción. Pero tiene un precio.
Sunshine – A Visceral Experience of Life, Death and Meaning, un videoensayo elaborado por Like Stories of Old, examina el thriller de ciencia ficción y cómo el director crea una película visceral sobre la vida y la muerte, llena de significado simbólico.
Trad. EnFilme
Fuente: 8Hours