There Will Be Blood (2007), la feroz epopeya americana de Paul Thomas Anderson, ha sido –con justa razón– considerada como uno de los mejores logros de las últimas décadas en el cine. Con una fina atención en los detalles y con mucha severidad, PT Anderson confecciona un relato severo, contundente, sin concesiones y desgarrador sobre la ambición humana. Además de construirse sobre la intersección de la fe y el capitalismo, la religión y la voracidad son un telón de fondo para narrar una historia sobre la familia.
La búsqueda de una familia es un motivo que sangra en casi todas las películas de Anderson. Y en el caso específico de There Will Be Blood existe una conexión muy atractiva y puntual sobre las dos fuerzas misteriosas de la familia y el destino, y cómo se fusionan para luego disolverse para ver a un hombre, Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis), muy decidido para cumplir sus objetivos, pero en última instancia es un ser humano sin corazón en gran medida debido a la tragedia que sufre su hijo HW (la pérdida de la audición), un accidente que envía a Plainview al camino de la desesperación. El protagonista sabe que nunca tendrá a un hijo con las condiciones físicas necesarias para levantar su imagen y darle continuidad a su “reinado”.
En There will be Blood | The Search for Family, un videoensayo elaborado por Must See Films, se explora la noción de la familia y la manera en que ésta puede o debe ayudar a aliviar un alma perturbada, así como la manera en que Anderson confecciona un personaje lleno de odio hacia la humanidad, un sentimiento malsano que corre tan profundo como alguno de los pozos de petróleo bajo sus pies.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: Must See Films, The Playlist