Antes de la producción de una nueva y controvertida película de acción real protagonizada por Scarlett Johansson, Ghost in the Shell (Dir. Mamoru Oshii, 1995) fue la película de animación japonesa más popular e influyente de todos los tiempos, probablemente sólo Akira (Dir. Katsuhiro Otomo, 1988) podría arrebatarle ese lugar.
La película original hace uso de la ciencia ficción, la acción y el suspenso para confeccionar una serie de preceptos filosóficos en torno a la identidad, las dinámicas sociales, el pensamiento de grupo, los efectos de la sociedad, la recepción de la tecnología, y los dilemas del individuo que debe asumirse como un agente social.
Estas preocupaciones son representadas visualmente en una extraordinaria secuencia que se presenta a mitad del relato y está conformada por 34 planos que ofrecen detalles sobre los rasgos y la atmósfera de una ciudad japonesa futurista. De acuerdo a Ghost In The Shell: Identity in Space, un videoensayo elaborado por el equipo de The Nerdwriter, esta serie de tomas tienen como propósito llamar la atención del espectador sobre la percepción del espacio y cómo se conectan la mente de la persona con el cuerpo de la ciudad en la que vive.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: One Perfect Shot