El director Paul Thomas Anderson y el talentoso cinefotógrafo Robert Elswit ofrecen, en Punch-Drunk Love (2002) una lección sobre cómo usar una paleta de colores y esquemas de iluminación en una película. Desde los diferentes tonos de azul (para retratar la tristeza, pero también la profundidad y la fe), los rojos y los grises, hasta jugar con toda una gama de colores en un supermercado, ambos cineastas trascienden el uso común del color para hacer un uso adecuado de la tonalidad en relación con los diferentes sentimientos, tensiones y conexiones.
Aquí te compartimos PTA’s Punch-Drunk Love or How to use a color palette, un videoensayo de Jose Sarmiento-Hinojosa para Fandor, en el que se evidencia que el filme de Anderson mercece ser estudiado una y otra vez desde diversos ángulos.
EF
Fuente: Fandor