Una de las obras cumbre en la carrera del talentoso cineasta polaco, Krzysztof Kieślowski, es El decálogo (Dekalog, 1989-1990), una serie de diez películas de una hora inspiradas en los Diez Mandamientos. Originalmente hecha para la televisión polaca, la serie se centra en los residentes de un complejo de viviendas en la época tardía de Polonia comunista, cuyas vidas se entrelazan a medida que se enfrentan a una variedad de dilemas emocionales planteando preguntas existenciales complejas sobre la vida, la muerte y la condición humana. Kieslowski y su compañero de escritura, el abogado Krzysztof Piesiewicz, abordaron grandes dudas éticas con empatía humana en contextos despiadados y gran moderación. Cada episodio es una maravilla de matices humanos construidos debido a la participación de muchos factores unificadores: el entendimiento del espacio y la locación –prácticamente todas las historias se desarrollan en torno a un único bloque de viviendas de Varsovia–; la austeridad emotiva de la música de Zbigniew Preisner; el consistente trabajo de los actores. Incluso, la visión general es tan unificada que es difícil creer que en Dekalog participaron nueve directores de fotografía diferentes. Como lo describe Jonathan Kiefer: “Hay una especie de catecismo que se encuentra en esta obra, si quieres uno, éste es sobre los principios de la narración cinematográfica. Si la pregunta es: ¿Cómo sabes lo que es más importante? La respuesta es: Dar prioridad a la cara humana”.
En este sentido, te compartimos Kieślowski’s DEKALOG: A Single Vision, video elaborado por Kiefer y publicado en Fandor Keyframe, que enfatiza la importancia de los rostros humanos para mantener una visión única a lo largo de la serie.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Fandor Keyframe