Lee aquí nuestra reseña de 'El demonio neón'
Además del constante uso de la banda sonora, otro de los elementos recurrentes en el cine de Nicolas Winding Refn es el silencio. El realizador danés confecciona personajes que dicen más con su lenguaje corporal, sus expresiones faciales y sus movimientos que con las palabras.
Pensemos en Mads Mikkelsen en Valhalla Rising, o en Ryan Gosling en Drive y Only God Forgives. Estos dos hombres son el epítome del tipo fuerte y silencioso, que navega sigilosamente por el mundo con los puños cerrados listos para herir y las miradas humeantes que rechazan su entorno, en lugar de pronunciar algún discurso. En su más reciente filme, El demonio neón (The Neon Demon, 2016), Refn esboza un sistema de comunicación silencioso que resulta sugerente, atractivo y conmovedor debido a los temas que aborda: las trampas del cuerpo perfecto y el valor fraudulento de la belleza física.
Parece ser que en casi todos los personajes de El demonio neón tienen una especie de “monólogo no verbal”, es decir, una escena donde su personaje se revela a través de las expresiones faciales y el lenguaje corporal sin el uso de las palabras. Sólo las miradas hablan, así como lo evidencia The Silent Gaze by Nicolas Winding Refn, un nuevo supercut elaborado por Mikolaj Kacprzak.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: One Perfect Shot