Juno (2007), dirigido por Jason Reitman y escrito por Diablo Cody, es un reflejo de la cultura contemporánea de la juventud estadounidense que se convirtió en un punto de discusión divisorio para liberales y conservadores en lo que respecta a su manejo de uno de los temas políticos más polémicos en Estados Unidos: el aborto.
El filme logra plantear una serie de discusiones atractivas; la protagonista decide dar a su bebé –no planeado– en adopción, en lugar de abortarlo. ¿Eso significa que Juno es una película pro-vida? No necesariamente. Además, Juno refleja el enfoque no partidario de su cultura juvenil hacia cuestiones de importancia política, social y personal; esto es indicativo de un cambio generacional en las ideas sobre la sexualidad, las estructuras familiares y la planificación familiar que no necesariamente divide todo en blanco y negro, sino que aborda las tonalidades y matices grises que se encuentran en medio para seguir formando sus puntos de vista sobre la base de estímulos y presiones internas y externas.
En este videoensayo muy perspicaz de Storytellers titulado Juno: Youth, Culture and Sexuality examina los puntos mencionados anteriormente en términos de cómo se llevaron a cabo y la forma en que repercuten en la cultura juvenil. Juno es calificada con demasiada frecuencia como una extravagante película basada en personajes independientes y salpicada de coloridos diálogos, pero la película es mucho más que eso. Es una de las propuestas contemporáneas más honestas sobre la transición de los adolescentes a la edad adulta en el siglo XXI.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Film School Rejects