Lourdes (2009), filme dirigido por la cineasta austriaca, Jessica Hausner, se centra en Christine (Sylvie Testud), una mujer discapacitada que lleva casi toda la vida en una silla de ruedas. Para salir de su aislamiento, ella emprende un viaje a Lourdes, legendario lugar de peregrinaje en los Pirineos, buscando consuelo o quizá un milagro. Una mañana se despierta y está curada. Parece un milagro. El jefe del grupo de peregrinos, un apuesto voluntario de la Orden de Malta, empieza a interesarse en ella. Pero su curación provoca que surjan la envidia y la admiración en aquellos que la rodean.
La condición médica de parálisis de Christine se convierte en un principio estético y performativo. El propio confinamiento de la protagonista, de la inmovilidad y del aislamiento que la acompaña, se refleja en la rigidez de la cámara. Después de su recuperación milagrosa, la parálisis parece afectar a los otros personajes cercanos a ella. Se encuentran atrapados en la estasis y la tensión, incapaces de moverse o hablar. Estas condiciones son analizadas en Movement Means Agency: Jessica Hausner’s LOURDES, un extraordinario videoensayo elaborado por Clara Podlesnigg y publicado en Fandor.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Fandor