Sion Sono no es para todos, y ese es el punto. El subversivo cineasta japonés, que orgullosamente se hace llamar anti-Ozu, se complace en presionar las convenciones, romper reglas y ser lo más esotérico posible. Demasiado extremo para la corriente principal, es un provocador dotado con su propio nicho. Una vez que afirmó que odia las películas japonesas porque “no tienen veneno”, sus películas cubren temas como el incesto (Strange Circus), un asesino en serie con un fetiche del cabello (Exte), y qué sucedería si una luz cósmica cruzara la Tierra y todos los adolescentes que se masturban durante ese momento específico adquieren poderes telequinéticos (The Virgin Psychics).
Así que para aquellos que pueden soportar las travesuras de Sono, hay una gran filmografía ecléctica para explorar. Es el tipo de figura de culto cuya película más popular, Love Exposure, es un anti-rom-com de cuatro horas que aborda la alienación de los adolescentes. Dependiendo de a quién le preguntes, sus películas son feministas o misóginas; la violencia es explotadora o satírica; el humor es pueril o un grito total. Lo que es innegable, sin embargo, es que Sono, un malabarista de tonos, sabe cómo entretener y provocar una conversación posterior a la proyección.
A pesar de las frecuentes críticas sobre sus representaciones de mujeres, Sion Sono ha creado algunos de los personajes femeninos más atractivos del cine japonés en películas audaces y que siempre hacen pensar. En este videoensayo titulado The Women of Sion Sono, elaborado por Natalie Ng y publicado en Filmed in Ether, explora algunas de las mujeres en la obra de Sono, específicamente en Guilty of Romance, Tag y Antiporno, tres películas que exploran la identidad femenina, la opresión sexual y la misoginia.
Trad. EnFilme
Fuente: Filmed in Ether