“Escopofilia” es un término de origen griego que se define como “el placer que se deriva de la observación”. Algunos académicos suelen emplearlo para referirse a las implicaciones de la representación del sexo en la pantalla. Las escenas de sexo –ya sean eróticas, espontáneas, naturales o vergonzosas– conforman un mecanismo poderoso para atraer a los espectadores, ya que puede ser una experiencia placentera, catártica y liberadora.
La primera escena de sexo registrada en la historia del cine fue representada en una película muda de 1933 llamada Ecstasy. Según los estándares de hoy en día, la escena es bastante dócil configurada a partir de primeros planos sensuales acompañados de un sugerente trabajo de sonido. Y sin embargo, la escena es eficaz debido a lo que subyace en el punto clave del sexo en el cine: lo que no se ve es a menudo tan seductor como lo que vemos.
Frame by Frame ha publicado un videoensayo titulado Filming Sex Scenes: How Hollywood Arouses an Audience (Filmando escenas de sexo: Cómo Hollywood despierta a la audiencia) que recorre la historia de la escena sexual moderna, a partir de Ecstasy hasta la actualidad.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Playlist