Las películas de Jean-Pierre Jeunet son fábulas elaboradas de forma clara, sencilla y directa, ya sean relatos utópicos, románticos o trágicos, deben considerarse como parábolas y, como tal, se hacen con un elevado sentido de la realidad, pero al mismo tiempo impregnadas de una sensación de desapego del mundo real. Cada cuadro es un artificio, y es a través de la magia de lo imaginario que Jeunet, como Esopo, Hans Christian Andersen o incluso los hermanos Grimm, transmite el mensaje de su obra.
Desde el ámbito de lo visual, este artificio es creado por la repetición de la simetría y la forma en la que la cámara se mueve alrededor de ella. Esta estrategia visual separa el mundo de Jeunet del mundo de lo cotidiano, y captura a sus personajes en historias autocomplacientes, donde ellos sacan sus propias conclusiones.
En Amélie - Symmetry & Camera Movement, un video editado por Lessa, la autora pone atención en las técnicas que Jeunet emplea –simetría, movimiento de la cámara y la perspectiva de un punto– para crear esta autonomía de los personajes en Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, 2001) y representar un mundo en constante movimiento que puede ser modificado por el personaje y sus emociones.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: One Perfect Shot