Peeping Tom (1960), dirigido por Michael Powell, es una exploración franca del voyeurismo y la violencia al centrarse en un psicópata (Karlheinz Böhm) que fotografía a sus víctimas mientras mueren; él es un hombre profundamente perturbado, cuyo desequilibrio hunde sus raíces en la infancia. Su padre, un científico obsesionado por estudiar las reacciones infantiles ante el miedo, destrozó su psique y lo convirtió en un adulto acomplejado y afectado por una demencia demoníaca. El personaje necesita registrar en imágenes el terror que sienten sus víctimas antes de morir. Por eso ejerce la profesión de fotógrafo, para encubrir sus intenciones y poder satisfacer sus morbosos impulsos sin levantar sospechas.
Es un relato sobre los traumas, las crisis sexuales, la soledad y la venganza; y, aunque la película fue denostada por la crítica durante su estreno en el Reino Unido en abril de 1960, ahora es considerada una obra maestra defendida por Martin Scorsese y retomada como un referente indispensable para cineasta como Brian De Palma, David Lynch, Ken Russell y David Cronenberg.
A continuación te compartimos un videoensayo elaborado por Weld Art Collective que explora hábilmente este clásico mostrándonos algunos rasgos generales de su notable director, así como de su frecuente colaborador, Emeric Pressberg, para adentrarse a los vínculos que existen entre la soledad, las inseguridades y los deseos perversos del protagonista.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Weld Art Collective