Stanley Kubrick es un verdadero maestro cineasta. Él está en una rara compañía cuando se trata de la calidad general y la composición de toda su filmografía, junto con personajes como Hitchcock, Scorsese, Spielberg, Kurosawa, Fellini, Lumet y Tarkovski, por nombrar algunos. Sin duda, se puede argumentar que Kubrick incluso se destaca entre estas leyendas del comercio de imágenes en movimiento antes mencionadas.
Kubrick es lo que muchos consideran un genio loco, que traspasa los límites del cine más allá de lo que otros creían posible. Era conocido por su increíblemente minuciosa investigación antes de que comenzara la producción, luego de filmar una cantidad increíble de tomas para cada escena, a veces 50, 60 o más por razones que no estaban del todo claras para los actores.
Este proceso suyo dio como resultado algunas de las mejores películas. Pero si tuviéramos que profundizar en componentes más específicos de su estilo cinematográfico, o quizás una mejor manera de describirlo es su oficio, la teoría del color es sin duda uno de los aspectos más críticos que dictan la eficacia estética y general de sus películas.
El color es esencial para la puesta en escena de una película, con un impacto directo y poderoso en el efecto general de cada toma. Es una herramienta esencial en la narración visual.
Kubrick entendió esta noción y la usó a su favor. ¿Quieres ver cómo (y descubrir mucho más sobre las películas de Kubrick que quizás no hayas reconocido antes)? Asegúrate de ver el excepcional video de Studio Binder titulado The Colors of Stanley Kubrick.
Trad. EnFilme
Fuente: Metaflix