En la última década, Greta Gerwig se ha transformado de una querida del cine independiente a una de las cineastas más prometedoras del cine. Si bien está claro, comparte ciertos estilos y gustos con Noah Baumbach -su pareja sentimental en la vida real y colaborador creativo en Frances Ha y Mistress America- su filme de 2017, Lady Bird, estableció a Gerwig, quien lo escribió y dirigió, como una de las voces narrativas más fuertes de la industria. Basado libremente en la educación de Gerwig en Sacramento, Lady Bird presenta a Saoirse Ronan como protagonista, quien debe dejar "el medio oeste de California" para estar a la altura de sí misma. Sin embargo, a través del guion de Gerwig, uno comienza a descubrir que la disfunción familiar no resuelta representa el conflicto primario. De acto en acto, Gerwig rinde homenaje a sus influencias cinematográficas, mostrando al mismo tiempo su voz de escritura y su capacidad para crear una escena impactante. Lady Bird se siente orgánica, pero la meticulosa estructura y detalle de Gerwig es lo que garantiza que personas de todas las edades, características demográficas y géneros puedan relacionarse de alguna manera.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor