El maestro del subgénero específico llamado ‘body horror’ y autor de notables filmes como Videodrome (1983), The Fly (1986) y Dead Ringers (1988), David Cronenberg, aparentemente salió de su zona de confort y materializó una de las mejores películas de la primera década de este siglo cuando hizo A History of Violence (2005). Este thriller de crímenes apareció por primera vez en el Festival de Cannes, donde compitió por la prestigiosa Palma de Oro, y cuando un par de meses más tarde se estrenó en los Estados Unidos, fue aclamado casi universalmente como “una brillante y profundamente reflexiva obra de arte sobre las dinámicas y los dilemas de la violencia”. La película se basó en la novela gráfica de John Wagner y Vince Locke de 1997 del mismo nombre, y presentaba la historia de un hombre de familia reinventado que lucha y causa mucho dolor y confusión a sus seres queridos, una vez que se enfrenta al pasado que pensó que había escapado por completo.
A History of Violence fue un éxito comercial moderado, duplicando su presupuesto en la taquilla, pero a los críticos les encantó aún más, con Peter Travers llamándola “una película con poder explosivo y agudeza subversiva hecha por un director en la parte superior de su forma sorprendentemente creativa”, y Roger Ebert alabando su complejidad escondiéndose detrás de una simplicidad superficial. El merecido reconocimiento también provino de las instituciones, ya que el guionista Josh Olson recibió una nominación al Premio de la Academia, al igual que William Hurt lo hizo por su papel secundario. Lo que la película de David Cronenberg logró hacer fue ofrecer un retrato profundo y auténtico de la naturaleza del hombre disfrazado en la forma de un emocionante y tentador thriller pintado con los colores distintivos del western. A pesar del hecho de que es una película estadounidense creada sobre los postulados del género puramente estadounidense, el mensaje que transmite brillantemente no es más que universal, igualmente incómodo y estimulante para todos los públicos.
La icónica mitología estadounidense ha sido muy interesante para mí. No es como que yo tenga un mensaje para el mundo. Cuando se trata de la representación de la violencia me interesa descubrir dónde aprenden los personajes su violencia y qué significa la violencia para esos personajes, así como mi idea de lo que creo que debería ser la violencia. La violencia es innata en los humanos; somos esa extraña criatura que puede formar conceptos abstractos, por lo que podemos concebir la no violencia. Hay personas que piensan que un mundo lleno de paz sería aburrido y llevaría a una pérdida de creatividad. Ese es un argumento interesante y perverso que podría ser verdad.
- David Cronenberg
A continuación compartimos un breve documental que sigue los pasos de Cronenberg mientras lleva su película al Festival de Cine de Cannes para su estreno.
Trad. EnFilme
Fuente: Cinephilia & Beyond