Alfred Hitchcock tenía muchas marcas visuales como director, basta con mirar cuántas veces muestra personajes que caen. Pero él también era el tipo de cineasta que tomaba algo que tantos directores usan –imágenes de las manos de las personas– y encontraba maneras interesantes de desplegarlas. Volviendo a sus películas silentes en blanco y negro como The Lodger and Blackmail, destacar las manos pudo haber sido una manera de dirigir la atención de la audiencia en la pantalla. Pero a lo largo de su trayectoria, Hitchcock utilizó las manos de manera tonta y cómica, así como en momentos intensamente dramáticos y peligrosos. En Marnie, una escena en particular representa las manos de una manera que casi ninguna otra película lo ha podido hacer, como una ventana en la gimnasia mental de un personaje. Vean este videoensayo –elaborado por Matt Novak para Fandor– y descubran las peculiaridades visuales más extrañas en el arsenal de dirección del maestro del suspenso.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor