Cada director de acción tiene su marca distintiva: a Tony Scott le gusta el color, a Michael Bay le gustan las explosiones, a James Cameron le gusta lo envolvente de los efectos, a John Woo le gusta un buen altercado a Kathryn Bigelow le gusta el slow-motion en secuencias de acción, y Guy Ritchie le gusta pausar la acción por completo en lo que el videoensayista Semih Okmen llama “cuadros congelados”.
El objetivo de tales planos, además de un estilo de florituras, es acentuar la acción pausándola, dándonos en la audiencia la oportunidad de recuperar el aliento y procesar, aunque solo sea por un momento, la hiperactividad que hemos presenciado antes de arrojarla de regreso a ella.
Trad: EnFilme
Fuente: Film School Rejects