La larga lista de tropos cinematográficos contenidos en el desconcertante Under the Silver Lake (2018) no estaría completa sin el elemento básico de las sombras producidas por las persianas venecianas. En el tercer largometraje de David Robert Mitchell (The Myth of the American Sleepover, 2010; It Follows, 2014) el héroe holgazán (Andrew Garfield) comienza a jugar con estas pizarras horizontales para mirar fuera de su apartamento, pero poco después sale a la calle a mirar las calles para invadir la casa de sus vecinos a través del mismo aparato. Eso es parte del atractivo de las persianas venecianas; te permiten entrometerte en la vida de otra persona con impunidad.
Dentro del género noir, su atractivo es mucho más amplio. La configuración de iluminación habitual del clásico de Hollywood consiste en luz central, luz de fondo y luz de relleno. El noir elimina la luz de relleno para crear un mayor contraste y largas sombras negras. El poder de las persianas venecianas radica en la forma en que cortan esas sombras en franjas paralelas, entrecruzando la oficina del detective siempre presente, las habitaciones de los personajes, pero especialmente pintando sombras biseladas de las barras de la prisión sobre nuestros héroes moralmente dudosos.
Venetian Shadows, video elaborado por Luís Azevedo para Mubi, hace un recorrido de este recurso desde The Maltese Falcon (1941) hasta Under the Silver Lake.
Trad. EnFilme
Fuente: Mubi