David Lynch tiene expectativas para el espectador. Él espera que el público entre a sus películas con un conocimiento básico del cine como manifestación artística, como industria, como producto histórico y como reflejo de las problemáticas humanas. Él espera que el público tenga nociones sobre la lógica aristotélica de cómo se constituye un relato, cómo se conforma un conflicto y cómo se resuelve en el desenlace. Y luego, una vez que el espectador conoce todas estas expectativas, Lynch las tomas para jugar con ellas y reconfigura todos estos elementos para jugar con las certezas del público.
Mulholland Drive (2001) es un ejemplo de lo anterior. El filme subvierte las expectativas en todos los sentidos, pero quizá ninguna parte más que la escena de la audición en la que la dulce, ingenua y aspirante a actriz Betty (Naomi Watts) se pierde por completo cuando debe interpretar a una mujer seductora y sensual.
En Mulholland Drive: How Lynch Manipulates You, uno de sus más recientes videoensayos, el equipo de The Nerdwriter se centra en esta escena y en los trucos técnicos, narrativos y emocionales que Lynch emplea para manipular nuestras expectativas y entregar algo más potente de lo que podríamos haber esperado.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: The Nerdwriter