A lo largo de los siglos, el arte ha establecido símbolos visuales aún aceptados y reconocidos hoy en día. El cine a menudo crea sus propios símbolos dándoles significado y conectándolos con ciertos eventos. Velvet Goldmine (1998), de Todd Haynes, utiliza el diseño de producción para presentar un símbolo tan convincente como cualquiera en el canon cinematográfico: una esmeralda que perteneció a Oscar Wilde y que representa la homosexualidad, la aceptación, la diferencia y la liberación sexual. Uno podría decir lo mismo de la película en sí, ya que Haynes crea una joya de una película que es totalmente simbólica del glam rock, representando ese género musical deslumbrante y el período de tiempo que le dio nacimiento con sinceridad y afecto. Ciertamente ayuda que Velvet Goldmine sea un barril de pólvora de potentes actuaciones de Christian Bale, Ewan McGregor, Jonathan Rhys Meyers y Toni Collette. Como resultado, Velvet Goldmine es una de las mejores obras de Haynes, consolidando aún más su condición de arquitecto del movimiento ‘New Queer Cinema’.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor