No es ningún secreto que la mirada predominante en el cine es masculina. Los hombres dominan las áreas de la producción y dirección cinematográfica, siempre lo han hecho y, como resultado, el cine ha sido decididamente orientado al hombre durante la mayor parte de su existencia. La manera más fácil de probar esto es examinando cómo los hombres y las mujeres dirigen sus miradas en el cine: los hombres tienden a mirar a las mujeres, y las mujeres tienden a mirar no a los hombres, sino a los hombres que las miran. Esto se transmite, en parte, con un desequilibrio de tiros dirigidos a las mujeres para que se vea la totalidad de su forma física, y los primeros planos de los rostros de los hombres, particularmente sus ojos.
Estas tendencias están desapareciendo lentamente debido a que más mujeres tienen la merecida oportunidad de dirigir más películas convencionales y de mayor presupuesto para los estudios más importantes –Wonder Woman de Patty Jenkins es uno de los ejemplos más recientes en la industria de Hollywood–. Aunque también es cierto que todavía hay un largo camino por recorrer para combatir las tendencias de un siglo de cine de orientación masculina.
Para explicar el problema y por lo tanto sus raíces, vale la pena revisar A Male Eye. John Berger, un videoensayo elaborado por Marina Pérez Trigueros, que utiliza fragmentos de “Modos de ver”, un texto del aclamado crítico de arte, John Berger, para compararlo con algunas imágenes de L'Enfer (1964), una película de Henri George-Clouzot que ha sido un punto de referencia para directores como David Lynch, Wes Anderson, Dario Argento y Nicolas Winding Refn.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuentes: Film School Rejects, Marina Pérez Trigueros (Vimeo)