Con solo 25 años, Orson Welles hizo uno de los debuts en la dirección cinematográfica más impresionantes en la historia del cine con Citizen Kane (1941), pero siendo el niño prodigio ambicioso que era, Welles no estaba satisfecho de haber confeccionado “la mejor película de todos los tiempos”. Pasó a dirigir filmes como Touch of Evil (1958), The Magnificent Ambersons (1942), F for Fake (1973) y Othello (1951), utilizando su talento innato para innovar la manera en que se contaban las historias cinematográficas a través de la iluminación, el ritmo y la composición.
En Orson Welles | The 7 Secrets of Cinematic Composition, un videoensayo elaborado por Sareesh Sudhakaran y publicado en wolfcrow, se exploran siete técnicas de composición de marca registrada que Welles usó en sus películas y cómo el director las empleó para mejorar su narración visual y hacer su trabajo más dinámico.
Es difícil hablar de la grandeza de la iluminación y la composición de Welles sin hablar también de la grandeza de los directores de fotografía con los que colaboraba, como Gregg Toland (Citizen Kane), Stanley Cortez (The Magnificent Ambersons) y Russell Metty (Touch of Evil). Estos talentosos cinefotógrafos sin duda contribuyeron en gran medida a cada innovación técnica y creativa en cada proyecto, y Welles, como muchos directores icónicos, tuvo una visión estilística única para cada una de sus películas y trabajó diligentemente junto a sus colaboradores para lograrlo.
Según Sudhakaran, estas son algunas de las técnicas de composición más notables e innovadoras que Welles usó en su trabajo:
Blanco y negro: Welles no temía a la oscuridad. En la mayoría de sus películas, las escenas se iluminan con un alto contraste con los personajes, muchas veces, se muestran completamente en silueta. Él no solo usa la luz para decirle a su audiencia dónde mirar, sino que usa la oscuridad para decirles qué pensar sobre lo que vieron.
Capas de luz y sombra: la profundidad es otra característica que surge frecuentemente cuando se habla del cuerpo de trabajo de Welles. Mientras que a menudo tomaba escenas con profundidad de campo (donde todo está enfocado), también utilizaba la luz y la oscuridad para distinguir los distintos niveles de profundidad. En algunos casos, alternaba entre la luz y la sombra para crear más de tres capas de profundidad.
El ángulo holandés: antes de que se utilizara en exceso, Welles empleó magistralmente el ángulo holandés en sus películas, ya fuera para crear tensión o hacer que la acción en una escena pareciera más grandiosa.
Bloqueo de personajes: tal vez debido a su experiencia actuando para el escenario, Welles sabía cómo bloquear una escena. Muchas veces tendría una cámara estacionaria y haría que sus actores se movieran sobre el marco como bailarines realizando una danza intrincadamente coreografiada. Su habilidad para bloquear personajes era aún más impresionante cuando decidió mover la cámara.
Lentes gran angular: puede que Welles no se considere el maestro cinematográfico que es hoy si no hubiera sido por el uso de lentes gran angular. Estas lentes no solo le permitieron aprovechar su increíble talento para el bloqueo, sino que también le dieron la flexibilidad para mover su cámara más libremente, una innovación que lo consolidó como uno de los mejores realizadores de todos los tiempos.
Largas tomas con el movimiento de la cámara: todos los cinéfilos saben dónde estaban la primera vez que vieron la impresionante toma larga en Touch of Evil. Las tomas largas que también incorporan movimiento de cámara fueron quizás la mayor innovación cinematográfica de Welles (sin embargo, esas tomas de enfoque profundo son un competidor difícil), porque convirtió la cámara de un observador en un participante, permitiendo que las audiencias vean la acción desarrollarse ante sus ojos en tiempo real.
Toma de riesgos: Welles asumió muchos riesgos como cineasta, combinando con éxito los mundos del escenario y la pantalla en un espectáculo visual sobrio pero deslumbrante que no se parecía a nada que se haya visto en ese momento. Si aprendes algo de la carrera de Welles, que la creatividad no sea nada sin un poco de audacia.
Trad. EnFilme
Fuente: No Film School