No es ningún secreto que Paul Thomas Anderson es un emulador perfecto: Robert Altman, Jonathan Demme, Martin Scorsese, Mikhail Kalatozov y Francois Truffaut entre los más obvios. No hay nada de malo en eso, cada cineasta emula a alguien más en algún momento de su vida, incluso los grandes lo han hecho y lo siguen haciendo. Es un caso de inspiración o de homenaje a los cineastas que uno ha admirado. Pero PTA ha entrado en su propia cuenta con There Will Be Blood, The Master y Phantom Thread, y hay menos emulaciones distintas de otros cineastas que en sus películas anteriores.
Si has visto Boogie Nights, o prácticamente cualquier otra película dirigida por PTA, sabes que está enamorado del tracking shot. Así que no es sorprendente que sea fanático de Max Ophüls, a menudo identificado como el practicante preeminente de este arte en el cine. Anderson contribuyó con una introducción sobre el trabajo de Ophüls y sus efectos visuales en la edición especial de Criterion Collection de The Earrings of Madame de... En este clip de dos minutos y medio de ese suplemento, observa la primera toma de la película, con su magnífica cámara con un trabajo psicológicamente motivado. Casada con el carisma de la estrella Danielle Darrieux, la cámara, según Anderson, “se mueve con sus ojos”.
Trad. EnFilme
Fuente: Criterion Collection