No hay escasez de ensayos en video sobre Paul Thomas Anderson. Las ocho películas del director han recibido inmensos elogios de los críticos y están listas para un examen exhaustivo. Su trabajo es complejo, pero no indescifrable o incognoscible. Su más reciente filme, Phantom Thread, causó una grieta en el público, y algunos leyeron la película a partir de la relación central que establecen los protagonistas (Vicky Krieps y Daniel Day-Lewis) como la celebración del dominio masculino y el control sobre las mujeres, especialmente a partir de las visiones del artista masculino.
Paul Thomas Anderson's Toxic Men se centra en esa idea, en los muchos hombres disfuncionales de las películas de Anderson y en cómo sus luchas a menudo funcionan como el conflicto principal. Los personajes no son solo almas perdidas en el mar, son venenosas, a menudo en detrimento de aquellos a quienes aman. El videoensayo, elaborado por Julian Palmer para Discarded Image, se centra en la película más reciente de Anderson, no en una celebración, sino en un examen continuo de la masculinidad tóxica. La dinámica central de muchas de sus películas se centra en la tensa dinámica de poder entre dos hombres, como la estrella Dirk Diggler y el director Jack Horner en Boogie Nights, el magnate petrolero Daniel Plainview y el predicador Eli Sunday en There Will Be Blood, o el rebelde Freddie Quell y el líder de culto Lancaster Dodd en The Master. Incluso cuando el foco central de una de sus películas no son dos hombres, es en la presencia masculina única en un mundo de mujeres que manifiesta el drama y el conflicto como en Phantom Thread y Punch-Drunk Love.
Según Palmer, estos hombres intransigentes necesitan un equilibrio en sus vidas, y las mujeres de la película pueden proporcionar eso. Mientras que algunos críticos sostienen que Phantom Thread es una representación sexista de una relación con un artista, en realidad, es Alma (Krieps), como Peggy Dodd (Amy Adams) en The Master y Shasta Fay Hepworth (Katherine Waterston) de Inherent Vice, quien posee la mayor parte del poder. Con Alma, tenemos la oportunidad de ver cómo ella se apodera del poder después de estar sometida a la tensión de Reynolds, al control del medio y sus muchas reglas. En las películas de Anderson, la masculinidad tóxica es a menudo una influencia, no una que ignora o incluso elogia, sino una con la que lucha conscientemente.
Trad. EnFilme
Fuente: Film School Rejects