A menudo escuchas a los fanáticos del cine lamentando la naturaleza no deseada e innecesaria de los remakes, especialmente cuando se trata de un trabajo preciado que tiene un cierto valor de nostalgia. ¿Pero hay algún mérito en volver a imaginar o actualizar un texto cinematográfico?
En el primero de una nueva serie de ensayos en video titulada Remake / Remodel, Leigh Singer explora esta tendencia tan polémica al analizar el clásico de Alfred Hitchcock de 1960, Psycho, y su actualización casi idéntica de 1998, dirigida por Gus Van Sant.
Comienza observando las diferencias fundamentales entre las películas, prestando mucha atención a la estructura y el ritmo, antes de presentar un fascinante desglose de varios momentos clave, incluida la escena icónica de la ducha, que en el caso de Van Sant comprende casi el doble de tiros.
Trad. EnFilme
Fuente: Little White Lies