Tan pronto como comenzó a transmitirse en ABC a principios de la década de 1990, Twin Peaks hizo que nos preguntáramos de dónde podría haber venido su singularidad resonante, nunca antes sentida en las ondas de la televisión de horario estelar. Algunos espectadores ya habían visto las películas Eraserhead (1977) y Blue Velvet (1986) del director David Lynch y podrían haber tenido un sentimiento más familiar, pero para todos los demás, la naturaleza y el origen de lo “lyncheano” -como los críticos pronto comenzaron a etiquetarlo- permanecían como algo completamente misterioso. Ahora, con Twin Peaks: The Return, hemos comenzado a pensar en ello una vez más.
¿Cómo se ve lo lynchiano desde la perspectiva del siglo XXI? El escritor David Foster Wallace, en un ensayo sobre la Lost Highway (1997), definió el término refiriéndose a "un tipo particular de ironía donde lo macabro y lo mundano se combinan de tal manera que se revela la contención perpetua de lo primero en lo segundo". Lewis Bond, el videoensayista que dirige el canal de Youtube Channel Criswell, profundiza un poco más en "David Lynch: The Elusive Subconscious".
"Elusivo, el enigma de lo que significan las “sensibilidades Lynch” reside en hacer desconocido lo que alguna vez fue familiar". A primera vista, esa afirmación puede parecer tan oscura como algunas de las elecciones creativas de Lynch, pero, dediquemos unos minutos al videoensayo de Bond y tendremos una idea más clara de lo que ambos están buscando.
Trad. EnFilme
Fuente: Open Culture, Channel Criswell