Uno de los mitos más perdurables e inescrutables que flotan en Hollywood sobre Martin Scorsese es que el director, abrumado por la rabia debido a que la MPAA asignó a su formidable Taxi Driver la temida calificación "X" y Columbia Pictures exigió un nuevo corte para que recibiera una calificación de "R", se quedó despierto toda la noche bebiendo, con un arma cargada en su regazo.
El plan para el día siguiente, como relata Quentin Tarantino en este fascinante video, era que Scorsese tenía la intención de bajar a las oficinas de Columbia Pictures y asesinar al ejecutivo que supuestamente tenía la intención de "arruinar su película".
¿Alguna vez sucedió tal evento? Probablemente sí, si se considera que Scorsese es un artista obsesivo con sus obras. De todos modos, Tarantino retoma este mito urbano y aclara aquella anécdota, sin olvidar una entrevista que Scorsese ofreció a The Hollywood Reporter en la que habló al respecto:
Lo que sucedió fue que la película se mostró a la MPAA y se le dio una calificación de X. No había forma de que el estudio lanzara una X, comprensiblemente ... Nos sentamos, sacamos un bolígrafo, y el ejecutivo del estudio se volvió hacia nosotros y dijo: “Córtalo para obtener una R o nosotros lo haremos”. Luego nos despedimos. Estaba furioso. Me quejaba y se lo contaba a todos mis amigos y colegas ... Y estaba obsesionado con esta idea de la desaturación que [el director de fotografía] Oswald Morris usó en Moby Dick de John Huston y yo siempre quise hacerlo. Así que pregunté: "¿Qué pasa si drenamos parte del color y replicamos el proceso de Moby Dick?" Eso fue aceptado por el estudio, por lo que todo el tiroteo al final tiene un aspecto más granulado. Y finalmente me sentí bien con la imagen”.
Trad. EnFilme
Fuente: Metaflix